jueves, 4 de junio de 2009

Políticas Públicas en Educación

En virtud de la generación, recuperación y transmisión de conocimiento desde el manejo de información, el siguiente escrito, genera una aproximación y recorrido general e informado del autor sobre las políticas públicas en educación instaladas en Chile en los últimos 29 años. Disponible desde este instante para el blog de ong vertientes, para ser usado como insumo informativo y de consulta, en torno a los cambios y ajustes del sistema educativo nacional.




Políticas Públicas en Educación
Recorrido histórico de los cambios impulsados en la educación chilena
1990 a 2009.
Primera Parte

Mario E. Contreras Jerez
Profesor E.G. Básica






En la década de los ochenta, con el gobierno autoritario de la época, y en el marco de una nueva constitución política, se inicia en Chile un nuevo modelo de desarrollo económico y social orientado por las reglas del mercado, dinamizado básicamente por la competitividad de los actores privados. Con ello, se pone fin a las expectativas históricas de contar con un Estado directamente responsable de un desarrollo políticamente equitativo en lo económico y en lo social.

Las políticas del gobierno de entonces encaminadas hacia la externalización, y privatización de la gestión económica a nivel nacional, inician la transferencia de los recursos destinados al desarrollo social, hacia unidades del gobierno local. Tal fue el caso de la Educación, el Ministerio de Educación de Chile, (MINEDUC), transfirió la responsabilidad legal de la casi totalidad de los establecimientos de educación básica y media a las municipalidades del país, abriendo y facilitando al mismo tiempo el traspaso de dicha administración hacia corporaciones y personas jurídicas de carácter privado.

En virtud de lo establecido por la Constitución Política de 1980, el Estado Chileno asume un carácter preferentemente subsidiario, guardando para sí un rol sólo normativo, de evaluación y supervisión del uso de los recursos financieros entregados a los entes públicos y privados. Dicha transformación del ámbito Educativo quedará plasmada en la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE)
[1], “promulgada el 7 de Marzo de 1990, y publicada el 10 de Marzo del mismo año[2].

En el contexto de la vigencia de la nueva Constitución Política, y después de diecisiete años de régimen militar, Chile inicia un proceso de transición hacia una democracia plena, al asumir el año 1990 el primer gobierno democrático dirigido por la Concertación de Partidos por la Democracia. Desde ese momento, la Educación se presenta como un sector estratégico para el desarrollo económico y social del país, se asume ésta como una “estrategia de ajuste al capitalismo
[3], en donde desde una dimensión ideológica del neoliberalismo, se traslada al centro de los programas de gobierno de la región, el concepto de calidad de la educación.

En 1991, el primer gobierno democrático, inició un programa de mejoramiento de la calidad de la educación, conocido como MECE, para crear desde el comienzo de la transición, las condiciones necesarias de carácter estructural, material y de gestión que permitan iniciar un proceso de mejora sustancial y estratégica al sistema en su conjunto. Con tal fin el Estado chileno negoció un plan de financiamiento con el Banco Mundial, que en palabras de Orlando pulido: “para implantar políticas educativas centradas en indicadores de gestión y eficiencia, aplicables a instituciones y procesos educativos, orientadas a conseguir resultados específicos de origen macroeconómico”.

En 1996, y ya en el segundo gobierno democrático, se da a conocer un nuevo Marco Curricular, los Objetivos Fundamentales Transversales (OFT), y Contenidos Mínimos Obligatorios (CMO), de la Educación Chilena, elaborados e implementados por el Ministerio de Educación de Chile, por los cuales deberán regirse los programas de estudio de todos los establecimientos de educación básica y media del país. De acuerdo con el artículo 19 de la LOCE, cada escuela o liceo podía, teniendo como base los OF y CMO, formular sus propios planes y programas de estudio; de no hacerlo, debía acogerse a los elaborados por el MINEDUC, lo que ocurrió, por diversas razones, en la mayoría de los casos.

Por otra parte, y para efectos de cumplir con la norma constitucional de evaluar los resultados de la enseñanza municipal y particular subvencionadas con financiamiento del Estado chileno, se utilizó el sistema de medición de de la calidad de la enseñanza (SIMCE), creado al final de la década de los ochenta, durante el gobierno militar y que durante los gobiernos democráticos se fue perfeccionando, de acuerdo con estándares de calidad internacional, sistema que comenzó a ser administrado periódicamente en los cuartos básicos (primer ciclo de enseñanza general básica), octavos básicos (segundo ciclo de enseñanza general básica), y segundos medios (primer ciclo de enseñanza media).

Desde los inicios de los cambios educacionales
[4], e iniciativas propuestas por el primer gobierno democrático chileno post dictadura, en el año 1991, con los programas MECE (mejoramiento de la calidad educacional) de enseñanza básica y Media, y la aplicación de nuevos planes y programas de acuerdo con los Objetivos Fundamentales Transversales y Contenidos Mínimos Obligatorios (OFT-CMOs) en el contexto de un nuevo Marco Curricular, se ha fomentado la necesidad de alcanzar una educación de calidad, que se enmarque dentro de la definición de estándares para la educación chilena. A partir del año 2007, la entrega de resultados SIMCE incorpora una nueva información sobre el aprendizaje de los alumnos y alumnas: los Niveles de Logro[5]. El MINEDUC monitorea el logro de objetivos curriculares y su progreso en los años, atendiendo, por ejemplo, en qué medida distintos grupos de alumnos (de distinto nivel socioeconómico) alcanzan estos objetivos[6].

Como se puede ver, la racionalidad del enfoque técnico, originado en educación durante la dictadura militar, fue asumido por los gobiernos de la concertación democrática, enfoque que ha sido reconocido paradójicamente, en el marco de un discurso de valores humanistas propios de la historia del país, y en el contexto global de un mundo en rápido proceso de transculturización y crecimiento exponencial de las tecnologías de la información y el conocimiento. Esgrimiendo la necesidad de mejorar la gestión económica y administrativa de las instituciones del Estado.

En el caso chileno, las escuelas públicas, de dependencia directa del estado, por la vía de la municipalización administrativa, ceden de manera forzada, su gestión a instituciones de gobierno local, iniciando con ello, un transito de desigualdad, desprestigio, deterioro y extinción, situación que a juicio de Maria Loreto Egaña
[7], se debe a “la reafirmación, con ciertas adecuaciones de la política impuesta a partir de los ochenta

¿Habrá espacio para una brisa de igualdad, frente a la tempestad desatada?
[8]

El proceso de reforma educacional instalado en Chile en el ámbito institucional, ha y continua generando tensiones, desde el esfuerzo por reemplazar lo público por lo privado, la deficiencia de recursos económicos que llegan a escuelas municipalizadas de sectores con mayores grados de exclusión, hasta la inexistente o nula participación de los actores involucrados en forma directa en dichas transformaciones de estructura y sentido. Investigadores de renombre locales señalan que “tampoco se consideró adecuadamente las características, historia, y los procesos psicosociales de la profesión del profesor en Chile"
[9], como “tampoco se considero a los padres como ciudadanos con derecho a participación”. En este mismo estudio, se señala, que “la política educativa instalada en nuestro país conto con la ausencia total de sujetos sociales, y fue articulada de forma pragmática, tecnocrática, “modernizante”, internacional; pero bajo la mirada y presiones de los grupos de elite, que dejaron hacer, consensuaron de acuerdo a sus intereses, y retocaron las orientaciones de la política a través de los medios de comunicación y la “intelectualidad educacional orgánica”, de las fundaciones privadas, controlando cualquier desviación”.

En este escenario trastocado, intervenido y regulado políticamente, transita el cotidiano escolar actual de un número importante de estudiantes chilenos, provenientes de los sectores más pobres de la población, cuyos grados de desigualdad se acrecienta diariamente, situación que para la opinión de autores como M. L. Egaña
[10], vendría a evidenciar “el proceso de involución en términos de avanzar hacia mayores niveles de integración social a través de la educación

[1] Establece el marco estructural del sistema educativo en todos sus niveles.
[2] Ortega Fuentes, Juan. Movilizaciones Estudiantiles: lecciones de cívica con uniforme. En, Me gustan los estudiantes. Juan Ortega, Andrea Gamboa, y otros. LOM Ediciones. 2006. Santiago de Chile. Pág. 8.
[3] La cuestión de la calidad de la educación. Foro Latinoamericano de políticas educativas -FLAPE-Pulido Chavez, Orlando. Instituto Superior Nacional de Pedagogía. Universidad Pedagógica Nacional.
Recuperado en
http://www.foro-latino.org/flape/boletines/boletin_referencias/boletin_26/articulos/1.pdf
1 de Junio de 2009.
[4] Proceso denominado Reforma Educacional.
[5] http://www.simce.cl/index.php?id=419#a.
Para el MINEDUC los logros de aprendizaje están determinados por múltiples factores internos y externos a los establecimientos. Variables que pueden ser controladas por el establecimiento (calidad del desempeño docente, equipamiento, gestión directiva), o no (condición socioeconómica de los estudiantes, nivel educacional de sus padres).
Recuperado en:
http://www.simce.cl/index.php?id=247#f
Julio 22, 2008. 11:42 am
[6] Recuperado en: http://www.simce.cl/index.php?id=286&no_cache=1
Julio 22, 2008. 11:55 am
[7] Directora del PIIE. Programa interdisciplinario de Investigaciones en educación.
[8] Parafraseando y con la osadía de los cambios, a Inés Dussel. Coordinadora del área de Educación de la FLACSO. “Desigualdad social y desigualdad educativa”. Recuperado en http://www.piie.cl/portal/images/noticias2008/ConferenciaDussel.pdf

[9] Equidad y calidad de la educación en Chile. Reflexiones e investigaciones de eficiencia de la educación obligatoria (1990-2001). Jesús M. Redondo, Carlos Descouvières, Karina Rojas. Universidad de Chile, Facultad de Ciencias sociales. http://www.opech.cl/inv/investigaciones/equidadycalidad.pdf

[10] La educación pública, una mirada desde la historia. 2008. Recuperado en http://www.piie.cl/portal/index.php?option=com_content&task=view&id=197&Itemid=86
2 de junio de 2009.

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